“Lo más importante es vivir. Mientras hay vida, hay opciones. Siempre hay un Plan B. Hay vida más allá de la violencia de género. El deporte ha sido la herramienta que me ha dado la vía de escape y me ha permitido reconciliarme conmigo misma y con la sociedad”.
De esta forma reflexionaba Carmen Giménez. Su historia es impactante, emocional y admirable. Hace 11 años vivió un trágico episodio de violencia machista cuando su pareja de aquel entonces la lanzó por la ventana desde un tercer piso. La caída le provocó una lesión medular que la obliga a ir en silla de ruedas. Además, en el año 2018 perdió a su hijo Bruno en un parto prematuro.
Carmen Giménez, atleta paralímpica a raíz de su trágico suceso, ha impartido la ponencia de apertura, bajo el título ‘Andar es solo un verbo’, en la I edición del Congreso Nacional de Comunicación en materia de Violencia de Género e Igualdad que se celebra el 1 y 2 de junio en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Villanueva de la Serena.
A pesar de todo ello y la dificultad que supone pasar el resto de la vida sin poder caminar, Carmen siempre se ha repuesto de las adversidades y ha hecho frente a la vida a través del deporte. Ahora se ha convertido en una de las fundadoras del proyecto Run For You que tiene como objetivo fomentar el deporte inclusivo y que busca que todo el mundo conozca el atletismo adaptado.
Como ella misma ha manifestado con sus palabras, Run For You nació para fomentar la práctica del deporte adaptado en el atletismo de personas con discapacidad con la finalidad de que esté al alcance de todas las personas. “No se puede convertir el deporte, que es sanador, en una práctica de lujo”. Fue su hijo Bruno quien la condujo a este proyecto tan importante en su vida. “Lo que quiero con mi testimonio es transmitir la vitalidad y fuerza que todos tenemos”, expresa.
De Carmen Giménez destaca la sonrisa que ilumina su rostro. No le faltan motivos ni, sobre todo, entereza. Como ella misma dice, “quiero destacar que una mujer con discapacidad puede cuidar y formar su familia. Somos personas normales que podemos desarrollar nuestra vida con independencia. Andar es solo un verbo, y me habéis visto en ese video con mis hijas desarrollando verbos como jugar, sonreír, soñar, cocinar...son verbos a lo que a veces no prestamos atención”.
Vivir y amar
Para Carmen hay dos conjugaciones por encima de todas: “la fundamental es vivir y gracias a que sobreviví podemos estar aquí juntos. La otra, en paralelo, es amar, ese verbo enorme que está por encima de todo y da sentido”. Son verbos a los que, asegura, no se puede renunciar. Este es parte del mensaje que desea transmitir: “la violencia se sufre pero se supera y hay vida después de esas situaciones”.
Carmen Giménez utiliza una silla adaptada que le permite practicar el atletismo, la llamada handbike, y lo hace siempre por su hijo Bruno. Su fuerza de voluntad y su esfuerzo le han valido para conseguir ser campeona de España en las distancias de 800, 1.500 y 5.000 metros lisos.
Con la suave claridad de su entonación ha compartido con los asistentes al congreso que tiene tres hijos, Bruno, “lo mejor de mi vida, a quien lo quería antes de nacer y lo quiero después de morir”, Ana y Valentina. “Sufrí mucho pero al final todo encaja: Bruno es vida y es amor pues con solo 8 horas de vida cambió mi vida y la de mis hijas porque ha dado nombre al proyecto en el que me embarqué y gracias a el soy campeona de España”.
A Carmen madre le demostró que la vida no se mide en minutos ni horas sino que “ese aprendizaje, el del amor, es un motor poderoso que nos mueve. Y por respeto a mi hijo sentí que tenía que seguir adelante, vivir y pisar las calles. ¿Cómo? Corriendo. Pensé en el maratón para correr por el mundo y mostrárselo”. Y ha sido precisamente el atletismo el que la condujo a la felicidad.
La atleta ha recordado sus 29 años de vida sin problemas de movilidad. “Ahora estoy en silla de ruedas pero entonces tenía hacia la discapacidad una mirada donde impera el pensamiento de la pena, la lástima, la compasión y la limitación”. Suele pasar que al enfrentarse a la discapacidad se piensa en lo que no se puede hacer, ni trabajar, ni llevar una vida independiente, ni ser madre... “Pero es un proceso y el ser humano se va adaptando con entrenamiento y poco a poco. A la 324 intentos ya me vestía igual que si lo hiciera de pie. Me di cuenta que llevaba una vida normal pero de otra manera”, ha compartido con los presentes.
Enfrentarse a la adversidad
En este sentido, Carmen ha reivindicado la capacidad de las mujeres para enfrentarse a la adversidad. “Pensamos que las personas, y mas específicamente las mujeres con discapacidad son dependientes, necesitan ser cuidadas y eso implica que no pueden cuidar a otros”, afirma, trasladando el mensaje de que las mujeres que la sufren “no tienen que sentirse mal por vivir esas emociones que a veces son negativas, pero que “con los apoyos adecuados” y aprendiendo a gestionarlas “darán paso a una nueva vida”.
Carmen visualiza la vida como un puzzle donde suceden cosas, a veces difíciles de encajar, por lo que nos cuestionamos el porqué. Para la ponente “esas preguntas son dañinas porque no hay respuesta. La pregunta es para qué me ha pasado esto y qué puedo hacer entonces. Al final las piezas encajan y puedes ver el puzzle completo. Y esa es la sensación que tengo, que todo encaja y te conduce a algo en la vida. Y a mi me ha traído a este momento maravilloso”, expresa sonriendo.
Como conclusión, y nombrando a su compañero Fernando Robles, atleta villanovense, amputado de una pierna, Giménez ha defendido que mientras hay vida hay opciones, que la existencia es un regalo, que la inclusión también es una carrera de fondo como parte del cambio y que hay que sonreír a pesar de lo que nos pueda pasar.