La Hermandad tiene una media de 20 desayunos diarios más tres entregas a domicilio
Desde que el pasado 21 de enero se iniciase este proyecto -dirigido a cualquier ciudadano de Badajoz- han sido ya más de 3.000 desayunos los que se han servido en la Casa de la Hermandad, ubicada en la calle Santa Ana número 1.
Lito Román y Carlos Borrachero, son dos de los voluntarios de la Hermandad que de manera fija, sirven los desayunos todos los días de la semana, excepto los domingos.
Han pasado algo más de siete meses desde que arrancó el proyecto, y el balance que hacen es muy positivo: ''empezamos con tres o cuatro personas por día y llegamos a pensar que era mejor cerrar'' nos contaba Lito, que ahora señala que la participación ha ido en aumento, llegando a atender a unas 20 personas diariamente.
''En agosto esto ha estado un poco más parado, al haber vacaciones no vienen los niños y eso lo hemos notado'' añadía. Y es que, en periodo escolar, es muy frecuente encontrar a primera hora a niños desayunando en el salón, que luego entran en los colegios de la zona.
Se sirven desde las 08,30 horas hasta las 22,45 horas y de forma habitual se hacen tres entregas a domicilio a mujeres mayores que tienen dificultades para salir de casa.
Acuden vecinos de la Uva o de Valdepasillas, pero fundamentalmente son del Casco Antiguo
Según nos ha explicado, la gente que acude tiene ''mucha necesidad'', algunos viven en la calle, otros viven en condiciones muy complicadas…y fundamentalmente son vecinos del Casco Antiguo.
Pero además, la Hermandad ha llegado a ayudarles con otro tipo de cuestiones como puede ser pintando la casa de alguno de ellos, donando algún electrodoméstico como una lavadora o incluso regalando un sillón nuevo para el salón…el fin último es echar una mano a los que más lo necesitan, a la vez que ''descargar'' a otras asociaciones o comedores sociales que posiblemente estén algo saturados.
Los gastos ahora mismo se sufragan gracias a las colaboraciones de particulares, de hermanos de la Soledad o de los propios voluntarios que son los que traen la fruta, las galletas, la bollería o incluso bares de la zona que donan la leche, los zumos y los sobres de café, indicaba Carlos, que cuando lleguen los meses de frío cree que volverán a estar a ''pleno rendimiento'', puesto que muchos acuden básicamente para beber algo caliente.
''A veces quieren repetir, con el café o con la bollería, y nosotros no se lo negamos'' decía el voluntario, al mismo tiempo que garantiza que ''mientras siga viniendo gente, aunque sea solamente uno, los desayunos se seguirán sirviendo''.
