La ganadería ecológica nos habla de un sistema de producción que persigue obtener alimentos nutritivos, sanos y de calidad, con la particularidad de que se aprovecharán al máximo los recursos y se respetará el medio ambiente, a los animales, y se prescindirá de los productos químicos.
Este sistema de producción indica que los animales se desarrollarán en espacios abiertos para que puedan llevar a cabo sus funciones de manera natural. No se podrá hablar
de ganadería ecológica si el lugar en el que se alimentan (los prados y pastizales) no están inscritos en un organismo de control autorizado.
¿Cómo debe ser la superficie agrícola para considerarse ganadería ecológica?
Periodo de conversión
El periodo de inscripción requiere de un cierto tiempo, y de hacer unas comprobaciones. Una vez que todo esté en marcha, empezará un Periodo de conversión que, dependiendo de las características del lugar y de las necesidades existentes, podría tener una duración de entre 1-2 años.
Este periodo es muy importante: digamos que el lugar está a prueba para comprobar si se siguen con las normas de las producciones ecológicas. Estas se pueden consultar a través del Reglamento Europeo que se encarga de la regulación de la ganadería ecológica.
Origen
En relación al origen o razas de animales, aquí hay una mayor libertad. Los expertos recomiendan que se críen razas autóctonas, ya que son aquellas que podrán sobrevivir mejor y adaptarse a las nuevas condiciones. Tendrán una mayor capacidad de adaptación para sobrevivir a las condiciones extremas del tiempo, a las irregularidades de la superficie agrícola, entre otros criterios.
Alimentación
Se hablará tan solo de ganadería ecológica en el caso de que, por lo menos, un 80% de la alimentación del animal esté basada en el pastoreo.
La alimentación que recibe el animal debe cubrir todas sus necesidades del animal, pero sin buscar obtener el máximo rendimiento del ganado. Lo más recomendable, siempre y cuando haya disponibilidad, es cultivar los alimentos en la propia superficie. Así, en el momento en el que tengan que alimentarse, irán de un lugar a otro para aprovechar los recursos vegetales al mismo tiempo que van abonando el lugar
En cuanto al 20% de la alimentación restante, esta debe ser aportada por piensos o concentrados de origen ecológico. Deben haber sido certificados y autorizados por los organismos de control pertinentes.
Alojamiento y descanso
Además de todo lo anterior, el alojamiento y el descanso de los animales también es un criterio importante. Es la única forma de cuidar la salud y el bienestar del ganado, evitando cualquier problema, tanto a corto como a largo plazo.
Esto está sujeto un poco a cada criador, aunque lo recomendado es hacerse con camas para ganado de calidad, aunque suponga invertir un poco más en las mismas.
La ganadería ecológica es completamente respetuosa para los animales, como para el medio ambiente. Vale la pena apostar por ella, ya que puede cambiar el mundo tal y como lo conocemos, claramente a mejor.