El Consejo de Gobierno ha aprobado el decreto por el que se declaran Bien de Interés Cultural, con la categoría de zona arqueológica, los menhires de la cuenca del Ardila, en los términos municipales de Valencia del Ventoso y Fregenal de la Sierra.
Se trata de un conjunto de seis piezas monolíticas de granito (menhires), que son conocidas como El Rábano, El Lagarto y Fuente Abajo (en el término municipal de Valencia del Ventoso) y La Pepina, La Palanca del Moro y Tres Términos (en el término municipal de Fregenal de la Sierra).
Los menhires de la cuenca del Ardila guardan una cierta homogeneidad. Están fabricados en granito, tienen una altura que oscila entre los 1,65 metros del menhir de La Pepina a los 4,15 metros de altura del menhir del Rábano. La anchura aproximada de estos menhires es de 0,52 a 1 metro.
Las piezas tienen en común el tratamiento de su superficie y las formas redondeadas. Presentan en su superficie sencillas decoraciones de cazoletas, una de las grafías más comunes y abundantes en el panorama del arte megalítico, cuya técnica se realiza con un piqueteado previo que muestra distintos diámetros y profundidades.
Los menhires de la cuenca del Ardila se presentan completamente tallados, a excepción del llamado menhir del Lagarto, en el que la interpretación de la pieza se asemeja más a un bloque natural antropizado por la existencia de representaciones gráficas (cazoletas) pero, sin duda, posee el mismo valor simbólico que el resto de los menhires.
En cuanto a su adscripción cronológico-cultural, su datación resulta complicada ya que estos ejemplares no están en su preciso lugar de implantación, si bien su lugar original no distaría del lugar donde están actualmente ubicados, pero se puede decir que perviven cronológicamente desde el Neolítico al Calcolítico.
Desde el punto de vista histórico-cultural, los menhires forman parte de lo que se conoce como Megalitismo, fenómeno constructivo cuyo carácter peculiar es el uso de grandes bloques de piedra denominados megalitos.