`Cautivas´ la novela histórica de la escritora Paz Fanlo se publicaba el pasado 15 de octubre, festividad de Santa Teresa, gran lectora y mejor escritora.
El argumento comienza situando la acción en la Granada de 1569. A causa de la rebelión de los moriscos, parte de la población, los más débiles, son reducidos a la esclavitud. Las protagonistas, una madre y su hija, son llevadas por pueblos de Andalucía y Extremadura, (Fuente de Cantos, Fuentes de León, Segura de León, Fregenal de la Sierra, Zafra, Mérida, Cáceres, monasterio de San Pedro de Alcántara...), hasta ser vendidas en Coria, allí se entremezcla su vida con la de la familia poderosa que les compra. La novela es escrita por la nieta de la primera.
Sobre Zafra.
La novela contiene un capítulo que se llama "Camino a Zafra" en el que se narra la geografía y los hechos que acontecen hasta llegar.
También otro, titulado “Zafra”, en el cual el tratante de esclavos llega a la ciudad con las dos esclavas moriscas y compra una adolescente negra procedente de Lisboa. Acude en las ferias de San Juan por las ventajas económicas y de mercancía. En el mismo se describe algo la ciudad, especialmente se presta atención al mercado de las dos plazas.
Este último comienza así:
“El tiempo pasaba y ya estaban en el mes de junio, próximos a los días de San Juan, cuando avistaron las murallas de Zafra. Ciudad encrucijada entre los caminos que atraviesan Extremadura de norte a sur y desde el este a Portugal. Allí se celebraban ferias semanales y sobre todo grandes ferias ganaderas.
Gutierre tenía interés en llegar a las ferias de San Juan, que duraban desde tres días antes del santo hasta cuatro días después, pues durante estas las operaciones de compra y venta no estaban gravadas con impuestos como la alcabala y el portazgo. La alcabala, que era un impuesto real que se gravaba sobre el comercio y la compra venta de esclavos, solía suponer un diez por ciento del precio del producto. El portazgo era un impuesto municipal y del que se estaba exento en estas ferias y en las de San Miguel en septiembre. En estos días todo era bullicio, allí casi no cabían las gentes que acudían, la ciudad era una fiesta.
Las murallas circundaban la villa y sobre ellas sobresalía un gran alcázar de gruesos muros. Entraron por la puerta que daba al camino que ellos traían y llamaban de Sevilla. La puerta era casi tan grande y rica como las que habían visto en Sevilla. En realidad, la puerta era un torreón por el que se pasaba por debajo de un arco y encima se había construido una capilla a la Virgen de los Remedios.
Al poco de entrar la multitud era agobiante. A su derecha, se encontraba el palacio de los duques de Feria, cuadrado con muchos torreones, era la residencia familiar de los duques. Bajaron por una populosa calle, a la vez pasaban borricos con sus alforjas cargadas de higos. La vía desembocaba en una grandísima plaza y según se acercaban se oía el gran ruido del mercado en la plaza Grande. En la zona sur de los soportales se abría un pasillo, el Arquillo del pan, que daba acceso a otra plaza algo más pequeña, a la que llamaban la plaza Chica.
Acudían gentes de Cáceres, Badajoz, Llerena, Trujillo o Plasencia, andaluces de Sevilla, Córdoba y Granada, y portugueses…”
La novela puede adquirirse desde ESTE ENLACE en Ediciones Rubeo.
